FICHA DE LA PRUEBA
Datos generales
Nombre
Anticuerpos anti Tiroglobulina en suero
Nomenclatura recomendada
Srm – anticuerpos anti Tiroglobulina; c. arb.
Sinónimos
Anti-Tg, aTG, TGAb
Metodología empleada
Método inmunoensayo competitivo "ECLIA" (electrochemiluminescence immunoassay) de electroquimioluminiscencia.
Unidades
UI/mL
Valores de referencia
< 115 UI/mL
Origen de valores de referencia
Estudio extendido realizado con el test Elecsys Anti‑TPO en sujetos sanos en 3 centros clínicos de Austria y Alemania: Reference Intervals for Children and Adults.
Preparación del paciente
No requiere preparación específica.
Cálculos asociados
Investigar
Especimen
Tipo
Sangre
Contenedor
Etiqueta identificativa
Ver etiquetas: Sufijo de muestra "00"
Cantidad mínima
2 mL
Conservación/Transporte
Mantener a temperatura ambiente hasta la coagulación de la sangre.
Criterios de rechazo
Errores en la identificación
Muestra
Tipo
Suero
Cantidad mínima
1 mL
Conservación/Transporte
Temperatura ambiente: Estable 4 días entre 20-25 ºC
Refrigerada. Estable 4 días entre 2 y 8 ºC
Congelada: Estable 2 meses a -20 ºC. Congelar sólo una vez.
Criterios de rechazo
Evitar la hemólisis.
Datos de laboratorio
Tipo de solicitud
Programada
Urgente
Catálogo según ámbito de solicitud
Atención Especializada
Atención Primaria
Sección
Hormonas
Facultativo responsable
Dra. Esperanza Cuadrado
Plazo de resultados
1 - 2 días
Interpretación del laboratorio
La tiroglobulina (Tg) se produce en la glándula tiroidea y constituye uno de los componentes principales del lumen del folículo tiroideo. Actuando en sinergia con la enzima peroxidasa tiroidea (TPO), cumple una función esencial en la yodación de la L‑tirosina y la formación de las hormonas tiroideas T4 y T3. Tanto la Tg como la TPO son potencialmente autoantigénicos.
En hallazgos de tiroiditis de origen autoinmune, se encuentran concentraciones elevadas de anticuerpos séricos anti-Tg (autoanticuerpos anti-Tg). Las concentraciones elevadas de anticuerpos anti-Tg junto con la presencia de anticuerpos anti-TPO son características de la inmunotiroiditis linfocitaria crónica infiltrante (enfermedad de Hashimoto). En personas con autoinmunotiroiditis - incluyendo la de Hashimoto - los anticuerpos anti-tiroglobulina aparecen con una frecuencia de aproximadamente un 50-80 % de los casos y de aproximadamente un 30‑50 % en la enfermedad de Graves-Basedow. Asimismo, el test anti‑Tg puede proporcionar información útil para el seguimiento del curso de la tiroiditis de Hashimoto y para el diagnóstico diferencial, también en caso de sospechar una autoinmunotiroiditis de origen desconocido con resultados negativos para anticuerpos anti-TPO y para distinguir la tiroiditis de Hashimoto del bocio nodular no tóxico u otras formas de tiroiditis.
Parece que el test Anti‑Tg constituye un valioso marcador diagnóstico diferencial en el cáncer tiroideo en el caso en que la Tg sérica sea negativa. Además sirve para descartar interferencias por autoanticuerpos anti-Tg al medir Tg sérica con un test de Tg.
Si bien la sensibilidad del procedimiento puede aumentarse determinando paralelamente otros anticuerpos tiroideos (anticuerpos anti‑TPO, anticuerpos anti-TSH), un hallazgo negativo no descarta de ninguna manera la presencia de una enfermedad autoinmune. Los títulos de anticuerpos no están correlacionados con la actividad clínica de la enfermedad. Títulos inicialmente elevados pueden convertirse en negativos si la enfermedad se prolonga durante un período largo de tiempo o bien si se trata de una remisión. Si los anticuerpos vuelven a aparecer tras una remisión, es probable que se trate de una recaída.
El test Elecsys Anti‑Tg utilizado en nuestro laboratorio emplea un antígeno humano y anticuerpos monoclonales humanos anti‑Tg.
Por un lado, es útil en los pacientes con carcinoma diferenciado de tiroides para valorar conjuntamente la determinación de Tiroglobulina (Tg) junto con los de anticuerpos anti-tiroglobulina (anti-Tg). Es necesario realizar la determinación de anticuerpos anti-Tg junto con la Tg, ya que siempre que se detecten anticuerpos anti-Tg en un suero, la concentración de Tg no es valorable, puesto que la presencia de anticuerpos en el espécimen, puede interferir en la determinación de la Tg dando resultados falsamente disminuidos con métodos inmunométricos.
Las consecuencias clínicas son evidentes: una infraestimación de los valores de concentración de TG puede llevar a un retraso en el diagnóstico de una recidiva o metástasis, mientras que, la sobreestimación de la cuantificación de TG podría producir valores falsamente positivos que connducirán a estudios complementarios innecesarios y la consiguiente preocupación del paciente. El grado de interferencia no está relacionado con la concentración de anticuerpos anti-Tg, pero los anticuerpos pueden interferir incluso a bajas concentraciones.
Las determinaciones de anticuerpos anti-Tg en sí pueden servir como marcadores tumorales sustitutos para los pacientes anticuerpos anti-Tg positivos en los que no se pueda confiar en la determinación de Tg. Específicamente, los pacientes con anticuerpos anti-Tg positivos considerados libres de enfermedad típicamente se convierten en anti-Tg negativos entre 1 y 4 años. Por el contrario, los pacientes con enfermedad persistente después del tratamiento mantienen concentraciones detectables de anti-Tg De hecho, un aumento en la concentración de anti-Tg es a menudo el primer indicio de recidiva en esos pacientes.
Por otro lado, todavía se debate sobre la utilidad clínica de las determinaciones de anti-Tg para evaluar la presencia de autoinmunidad tiroidea. En áreas suficientes en yodo no parecen ser ensayos diagnósticos útiles. Sin embargo, en áreas con deficiencia de yodo sí pueden ser ensayos útiles para detectar enfermedad tiroidea autoinmune, en especial para pacientes con bocio nodular. También pueden ser útiles para el control del tratamiento con yodo para el bocio endémico, ya que las moléculas yodadas de Tg son más inmunogénicas.
Optimización de la demanda
Para valorar el estado de la función tiroidea la mayoría de las guías clínicas consideran que cuando la función hipotálamo-hipofisaria está intacta, la medida de la concentración de tirotropina (TSH) es el mejor indicador del estado tiroideo, al ser más sensible que la tiroxina libre (T4L) para detectar el exceso o déficit de hormonas tiroideas.
En la actualidad, en especial en las zonas con aporte de yodo suficiente, se acepta que basta con determinar los anticuerpos antiperoxidasa, ya que los escasos pacientes con positividad aislada para anticuerpos antitiroglobulina raramente presentan enfermedad tiroidea.
En caso de que la TSH esté alterada (≥ 10 µU/mL), y los anticuerpos anti-peroxidasa tiroidea son negativos (≤ 34 U/mL), se realiza la medida de los anticuerpos anti tiroglobulina si no tiene realizada dicha determinación desde hace al menos dos años.